DOMINGO DE RAMOS
20 DE MARZO
Pbro. Edgar J. Quintero P.
Formador del Seminario Menor
Seminario San Buenaventura de Mérida
Paradójicamente este mismo pueblo o algunos de ellos pedirán para Jesús el suplicio de la cruz y en este escenario que nos presenta hoy Lucas, vemos muchos elementos que nos llenan de luz, pero también otros tantos que opacan y entristecen nuestra vida de fe, hoy comenzamos a caminar con Jesús hacia la cruz, camino que va acompañado de dolor y desesperación y que nos invita a nosotros a tomar nuevamente nuestra cruz y comenzar a caminar. Caminamos hoy como lo afirma el Evangelio con un hombre verdaderamente justo, con el hombre del perdón y la misericordia infinita, pues es Jesús el arquetipo de la misericordia, su vida y su palabra lo son.
Entre la última cena de Jesús y la presencia de los que lo quieren aniquilar se desarrolla todo este capítulo 22 de Lucas, pudiésemos hoy preguntarnos si en cada celebración o en las celebraciones de Semana Santa que hemos tenido realmente hemos sentido el caminar de Dios en nuestras vidas, hemos sido los discípulos reales del Maestro o por el contrario nos hemos comprometido como Pedro y al final nos retractamos porque no queremos ser señalados.
Considero que la petición para el itinerario que vamos a comenzar a partir de este domingo de ramos y para quienes se quieren comprometer en esta Semana Santa a algo diferente es pedirle al Señor que nos de la gracia de ser misericordiosos; quizá ya la palabra esté un tanto trillada pero sí debemos recordar que la misericordia y el perdón nos dan la gracia de ser liberados de la presencia del mal.
Que nuestra oración se eleve como plegaria agradable al Padre, que María nos ayude a dar lo mejor de nosotros durante estos días, que sean realmente días santos para nosotros o tratemos de buscar santificarnos en este tiempo.
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