DOMINGO
XX DEL TIEMPO ORDINARIO
14 DE AGOSTO 2016
Smta. Eudes Puentes
puentesmatheus3@gmail.com
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MONICIÓN DE ENTRADA
Apreciados hermanos sean todos bienvenidos a la casa
del Señor, hoy en su día, en el cual celebramos su triunfo sobre el pecado y la
muerte. Que sea una oportunidad para experimentar una vez más el amor de Dios
que se derrama sin límites en nuestras vidas, para reanimarnos y así continuar
dando testimonio de su misericordia. Dispongamos nuestra mente y nuestro
corazón para acoger con esperanza la palabra que se nos entrega como fuego que
viene a devorar todo cuanto de negativo haya en nosotros, y más aún, ponernos
como piedra de tropiezo ante la diversidad sociocultural, política y religiosa
que vive nuestra sociedad contemporánea. Llenos de alegría recibamos al
celebrante.
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA
La primera lectura narra de manera clara y directa lo
que significa predicar la verdad, y sus consecuencias. Además, deja entrever la
valentía del profeta ante la debilidad del rey, porque valiente no es el que
humilla o hace callar al otro, sino el que asume con gallardía su compromiso de
mostrar el sendero correcto para que muchos se salven. Que como los treinta,
velemos por el hermano que está a punto de morir.
MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA
San Pablo nos anima a progresar en la fe y no
cansarnos de anunciar el Reino, ya que Cristo nos ha dado el mejor ejemplo al
dar su vida por nosotros. Junto a esto nos recuerda que, cuando decidimos
seguir al Señor debemos arriesgarlo todo; si es posible, la propia vida.
“Meditemos a Aquel que sufrió tanta oposición de parte de los que no le
creyeron”.
MONICIÓN AL SANTO EVANGELIO
La perícopa del Evangelio de hoy pareciese contradecir
la totalidad del mensaje de Jesús, ya que en vez de prometer paz, promete es
guerra; en vez de unión, división. ¿Qué desea en realidad el Señor? ¿Cuál es su
ideal? De ninguna manera nuestro Dios desea el mal para su pueblo, lo que el
Evangelio presenta es parte de las consecuencia de nuestra opción por Jesús,
palabra hecha carne. Dispuestos a dejarnos ungir por el amor del Señor y
renovados por el bautismo, salgamos a las afueras a formar lío para que muchos
abandonen el pecado y sigan al verdadero Maestro.
ORACIÓN DE LOS FIELES
· Para
que el Papa, los obispos y toda la Iglesia realicen su misión evangelizadora en
medio del mundo, roguemos al
Señor.
· Para
que la Iglesia anuncie con valentía la Palabra de Dios en toda situación, por
difícil que sea, roguemos al
Señor.
· Para
que los laicos cristianos sean fermento de la fuerza evangélica en medio del
mundo, roguemos al Señor.
· Para
que Dios Padre, dueño de la mies, envíe abundantes vocaciones a su Iglesia para
el servicio pastoral de sus hermanos, roguemos al Señor.
· Para
que siempre haya corazones jóvenes, dispuestos a seguir la llamada de Dios y a
entregarse generosamente para el bien de los hombres, roguemos al Señor.
· Para
que las familias cristianas sean testigos del Evangelio y fomenten la vocación
religiosa y sacerdotal, roguemos
al Señor.