domingo, 22 de abril de 2018

Cristo Jesús, Buen Pastor del rebaño venezolano





       El cuarto domingo de Pascua, la Iglesia, llena de júbilo y alegría,  celebra el Domingo del Buen Pastor, aquel que da la vida por sus ovejas, las cuida, conoce y llama a cada una por su nombre. En la Sagrada Escritura, la metáfora del pastor se utilizaba para hacer referencia a personas con autoridad, llámense sacerdotes, sabios o gobernantes. Cristo se manifiesta de múltiples maneras para que nosotros confiemos en Él y comprendamos mejor su mensaje. Una de ellas, podría decirse, la más significativa, es la del Buen Pastor, en quien debemos depositar totalmente nuestra confianza.

       Nuestra sociedad venezolana, en la actualidad, es un rebaño que atraviesa una gran oscuridad, asechado por lobos y leones expresados en la escasez de alimentos, medicina, vestido, buena atención e interés por parte de quienes tienen en sus manos el destino de los pueblos. En estos momentos, más que nunca, debemos pedir al Señor para que, como Buen Pastor, capaz de dar su vida por sus ovejas, se haga presente y guíe en medio de la adversidad.

       Las ovejas son animales que suelen asustarse y perder la paz con facilidad, y en nuestra sociedad la preocupación e incertidumbre pueden ser motivo de desesperación, pero por encima de ello, debemos recordar que el Buen Pastor nos dice: “El Buen Pastor llama a cada una de las ovejas por su nombre y las saca fuera. Empieza a caminar delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. A otro no le seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños” (Jn 10,4-5). En estas claras palabras, Jesús nos da la clave para andar por el camino seguro que nos conduce hasta Él.

       Finalmente, es importante invocar la protección de María, Madre del Buen Pastor, que como su Hijo, acompaña y guía el paso del rebaño, que es la Iglesia, por este mundo, con el fin de conducirlo al único y verdadero redil del cielo. Que Jesús nos oriente en esta difícil prueba que atraviesa nuestra amada y bendecida tierra.



Autor:
Yosmar Sosa
Propedéutico



Jornada de Misericordia en el IAHULA


“Estuve enfermo y me visitaron” Mt 26,36
Jornada de Misericordia
en los Centros Hospitalarios del País
COSEFORVEN



         En el marco de la Jornada de Oración por Venezuela, convocada por la Conferencia Episcopal Venezolana del 19 al 22 de abril, el Comité de Seminaristas y Formandos Religiosos de Venezuela (COSEFORVEN) promovió este jueves 19 de abril una Jornada de Misericordia en los centros hospitalarios del país con la intención de acompañar y orar por estos hermanos que hoy día sufren no solamente ante los problemas de salud sino también por la falta de insumos médicos.

Seminaristas, sacerdotes, formandos religiosos, consagradas, laicos y jóvenes
preparándose para dar inicio a la Jornada de Misericordia en el IAHULA

         Este gesto de cercanía fue llevado a cabo en la diversas Diócesis y Arquidiócesis del país por seminaristas, hermanos y hermanas de la Vida Consagrada, parte del clero e incluso laicos y jóvenes que se sintieron motivados por esta iniciativa. Desde tempranas horas recibíamos los testimonios de seminaristas de San Cristóbal, Maracaibo, Maracay y Trujillo, que participaron de esta jornada.

Pbro. Luis Omar Jaimes, acompañando en la Unción de los Enfermos

          En el caso de la Arquidiócesis de Mérida, nuestro acompañamiento duró desde la tarde hasta la noche en el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (IAHULA). En cada piso y área del Hospital se realizó una visita para llevar la Palabra de Dios a los corazones de nuestros hermanos enfermos y a sus acompañantes; la meditación giró en torno al llamado a la santidad, recientemente recordado por el papa Francisco, y también se recordó la importancia de avivar la esperanza ante las graves dificultades que actualmente atravesamos los venezolanos. Además, junto a los hermanos que evangelizaban, acompañaron sacerdotes para administrar los sacramentos de la Reconciliación y Unción de los Enfermos. Durante todo este tiempo, se expuso el Santísimo Sacramento en un área habilitado para ello, con la intención de que todos tuvieran la oportunidad de tener ese encuentro con el Señor, además de orar por aquellos que se encontraban realizando la labor de evangelización con los pacientes.

Visita al área de Pediatría
 
Evangelización en las habitaciones

         Horas más tarde, luego de impartir la bendición con el Santísimo Sacramento, que hasta entonces estaba expuesto, se dio inicio a la celebración de la Eucaristía, orando ciertamente por los enfermos, pero también por todos los que trabajan en esa institución hospitalaria, para que reciban del Señor la fuerza necesaria para afrontar tan noble labor. En esta Eucaristía, concelebrada por varios sacerdotes del clero merideño, el Pbro. Edison Montilla, formador del Seminario Arquidiocesano, destacó en su homilía la importancia de pedir el don de la fe para que Cristo Jesús pueda realizar su obra de sanar y salvar.

Exposición y bendición con el Santísimo Sacramento

Celebración de la Eucaristía en el IAHULA

         Al concluir la Celebración Eucarística, el Seminario ofreció, gracias a muchas manos generosas, un pequeño pero significativo compartir para todos los que se encontraban presentes en el Hospital. Si bien resulta difícil ante la escasez de alimentos en nuestro país, esta Jornada ha sido el claro testimonio de que, poniéndolo todo en común, puede realizarse un acto solidario a favor de los más necesitados.

Compartir con los pacientes y familiares del IAHULA

          Tal vez para algunos esto sea un gesto insignificante; tal vez para otros sea un acto heroico; pero sin lugar a dudas, es un pequeño grano de arena en la reconstrucción de una sociedad, que demuestra que todavía hay alegría y bondad en el corazón del venezolano, y que siguen habiendo hermanos que necesitan nuestra ayuda, hermanos que sufren y padecen el día a día, y que tan solo una sonrisa, o la compañía, pueden hacerle distinto su día.


          Ante la Jornada de Misericordia realizada en los centros hospitalarios, el seminarista Carlos Vivas, Presidente de COSEFORVEN, animaba a todos afirmando que con esta actividad se deseaba «dar respuesta, desde gestos de misericordia, a la grave crisis que atraviesa Venezuela, y lograr que, desde cada seminario, se pudiese trabajar en comunión, como futuros pastores de nuestro país, para ser testigos del Señor en estos ambientes y así animar a otros en la caridad».



FUENTE: