viernes, 16 de septiembre de 2016

VALORACIÓN DE LA REFLEXIÓN

VALORACIÓN DE LA REFLEXIÓN 
 LA PRAXIS ECOLÓGICA DE LA IGLESIA, A PARTIR DE LA CARTA ENCÍCLICA ‘LAUDATO SI’ DEL PAPA FRANCISCO
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Diac. Bernabe Guerrero
relsembrador@gmail.com
 “LAUDATO SÍ”, nos abre un camino, hacia la toma de conciencia en lo que incumbe con el cuidado de la casa común, como tarea de todos. La realidad del mundo, la experiencia de vida de cada persona, su individualidad y las percepciones propias de la vida han llevado al planeta a experiencias límites, que han ido afectando la calidad de vida de todos los seres que habitamos el planeta Tierra. Las llamadas de alarma sobre los cambios graduales que se han ido ocasionando sobre el Medio Ambiente se hacen cada vez más sonoras y su sonido, tal vez, no sea el más alentador, ni esperanzador, al contrario van cantando cómo la actividad humana está degradando la creación a la vez que hiere la misma vida humana.

La degradación ambiental y humana es el tema de fondo que el Papa Francisco, en su Encíclica Laudato Si, ha querido analizar desde la óptica de la Iglesia, sin menoscabar la realidad. Casi que a ojo de lupa, el Papa ha resaltado todos los elementos, que esta degradación ha provocado sobre la vida humana y entorno o espacio habitual. Un índice de riesgos y peligros que están latentes en el planeta y que van filtrando un daño terrible sobre el Medio Ambiente y sus propios procesos de regeneración.

El Papa insiste en que la actividad humana debe girar hacia la conversión, sin dejarse limitar por el tópico económico, que abre las puertas hacia un egoísmo prácticamente globalizado, sino al contrario, que desde las políticas internacionales que las naciones del mundo puedan establecer, se lleve un proceso, un giro hacia nuestro Medio Ambiente, hacia la naturaleza, hacia la comunión entre todas las especies y el respeto por la vida de todos. La humanidad se encuentra siempre ante una situación crítica. “la alternativa entre obtener más  que se opone al ser en su esencia,  no atrae al sentido común. Parece que tener es una función normal de la vida”.

El Papa presenta este dilema de la degradación ambiental que va unida a la infamia del ser humano que ha cambiado las premisas de su vida y su existencia. El desarrollarse en forma equilibrada sintiendo y alimentado su seriedad abre la perspectiva a un mundo compartido, que presta su espacio para el desarrollo de las especies y que comparte la condición de ser creatura. La administración de los bienes temporales debe ayudar a la humanidad a su desarrollo y no a su destrucción, pues el tener ha alienado la vida humana poniendo cortos importantes, ultrajando la existencia y oscureciendo la percepción del Medio Ambiente.

“La naturaleza ha sido y continúa siendo agredida. La tierra fue depredada. Las aguas están siendo tratadas como si fueran una mercancía negociable por las empresas, además de haber sido transformadas en un bien disputado por las grandes potencias”, que van malversando la naturaleza como si fueran objetos. La condición de degradación perturba la dignidad humana, que se ha visto fuertemente golpeada y azotada por factores de tener y aprovechar los recursos no renovables, que se han alzado como grandes valores, cuando en realidad no lo son.

La dignidad humana ha sido afectada por la misma actividad de la humanidad, un daño propio hecho hacia sí, es incomprensible, pero cierto. La repercusión de la accion humana va en miras a  estos dos grandes puntos de reflexión que el Papa ha vislumbrado, el Medio Ambiente y la Humanidad, las creaturas de la creación de Dios.

La conversión ecológica es un elemento interesantísimo ya que, promueve un sentido más estrecho de acción y de replanteamiento de toda la visión actual. “Sólo quien reconoce a Dios, conoce la realidad y puede responder a ella de modo adecuado y realmente humano”.

La conversión abre camino a la trascendentalidad, a lo divino, hacia una mirada mística que permita que provoque lecturas acordes, que vayan sensibilizando a las personas abriendo el camino hacia un sentido de responsabilidad intergeneracional.

La Iglesia desde la opción misma que hace por el pobre y el desamparado, realiza un opción fundamental por el Medio Ambiente, toma postura y aboga por la recuperación ambiental, al igual que por la recuperación del dignidad humana. El valor de la responsabilidad comienza a vivirse, a experimentarse desde los ambientes más pequeño y particulares. La Iglesia, desde la parroquia, debe auspiciar todo un sentido de responsabilidad y actuación que sensibilice la vida de todos los feligreses y los llame un encuentro profundo de revisión y de conversión integral.

Este análisis de la Encíclica Laudato Si, subraya las expectativas de la Iglesia en favor de preservar un universo-mundo para las futuras generaciones, partiendo de los que vivimos el presente que debemos marcar la pauta cuidando la creación y sintiéndonos parte de ella, a la vez que se proyecte un mundo más cordial que lance hacia el futuro un Medio Ambiente y una  ecología humana digna, una creación cuidada y protegida por todos, para hablar de una humanidad que ha crecido en solidaridad, valores éticos y cristianos.

REFLEXIÓN Lectura del santo evangelio según san Lucas (16,1-13)

Domingo, 18 de septiembre de 2016
 Lectura del santo evangelio según san Lucas (16,1-13)

Smta. Torres T. Yovany
Seminarista1991@hotmail.com

Resultado de imagen para Lucas (16,1-13)Parábola del administrador astuto
Jesús contó otra parábola a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador a quien acusaron de derrochar sus bienes. Así que lo mandó a llamar y le dijo: “¿Qué es esto que me dicen de ti? Rinde cuentas de tu administración, porque ya no puedes seguir en tu puesto.” El administrador reflexionó: “¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón está por quitarme el puesto? No tengo fuerzas para cavar, y me da vergüenza pedir limosna. Tengo que asegurarme de que, cuando me echen de la administración, haya gente que me reciba en su casa. ¡Ya sé lo que voy a hacer!” Llamó entonces a cada uno de los que le debían algo a su patrón. Al primero le preguntó: “¿Cuánto le debes a mi patrón?” “Cien barriles de aceite”, le contestó él. El administrador le dijo: “Toma tu factura, siéntate en seguida y escribe cincuenta.” Luego preguntó al segundo: “Y tú, ¿cuánto debes?” “Cien bultos de trigo”, contestó. El administrador le dijo: “Toma tu factura y escribe ochenta.” Pues bien, el patrón elogió al administrador de riquezas mundanas por haber actuado con astucia. Es que los de este mundo, en su trato con los que son como ellos, son más astutos que los que han recibido la luz. Por eso les digo que se valgan de las riquezas mundanas para ganar amigos, a fin de que cuando éstas se acaben haya quienes los reciban a ustedes en las viviendas eternas. El que es honrado en lo poco, también lo será en lo mucho; y el que no es íntegro en lo poco, tampoco lo será en lo mucho. Por eso, si ustedes no han sido honrados en el uso de las riquezas mundanas, ¿quién les confiará las verdaderas? Y si con lo ajeno no han sido honrados, ¿quién les dará a ustedes lo que les pertenece? Ningún sirviente puede servir a dos patrones. Menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a Dios y a las riquezas.»


REFLEXIÓN En la parábola del administrador astuto. Jesús alaba tanto las artimañas del administrador cuanto su astucia y sagacidad para prever el futuro que le tocará enfrentar. La propuesta de Jesús a sus discípulos es que también ellos deben poner en juego su creatividad, ser astutos para prever el rumbo que la dinámica del reino debe tomar en medio de la sociedad; si bien el reino es de los humildes y sencillos, ello no quiere decir que se puede construir con ingenuidad.

El uso del dinero. Las cosas de la tierra son pasajeras, por lo que no hay que apegarse a ellas. Para Lucas, el acumular riquezas es ya un pecado, especialmente cuando se convive al lado de los pobres. El que  se apega al dinero acaba excluyendo a Dios, porque no se puede servir a dos señores.

Jesús no se preocupa por calificar las incorrecciones del mayordomo, sino que destaca su inteligencia para asegurar su porvenir: este hombre supo descubrir a tiempo que los amigos duran más que el dinero. Asimismo, los hijos de la luz, al promover una nueva manera de vivir, deben quitarle al dinero su aureola de Bien supremo. Pues parece que el dinero puesto en un lugar seguro es el medio para asegurar nuestra existencia y muestro provenir. Al contrario, Jesús nos pide que pongamos el dinero en circulación y que lo cambiemos sin vacilar por algo más precioso: como son los lazos de mutuo agradecimiento. No somos propietarios sino mayordomos  de muestro bienes, y los debemos administrar para bien de todos. El dinero no es cosa mala, mientras lo usamos como un medio que facilita los intercambios. Sin embargo, Jesús lo llama injusto, porque el dinero no es el bien verdadero, el que nos hace justos delante de Dios; y porque no se puede acumular el dinero y confiar en él sin faltar a la confianza en el padre y sin hacer daño al prójimo. El dinero es lo que el hombre adquiere y pierde. No lo hace ser más ni  mejor. Por lo tanto, no forma parte de los bienes que son realmente muestro.



domingo, 11 de septiembre de 2016

Una propuesta parroquial

La Pastoral vocacional a la luz
 del Concilio Plenario de Venezuela
 (Una propuesta parroquial)
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Diac. Nelson Arellano
relsembrador@gmail.com


Queridos amigos, nos introducimos en un tema que tiene gran relevancia para el ser humano de nuestro tiempo y del futuro,  ya que el hombre en medio del mundo aporta de lo poco o mucho a la sociedad que lo rodea permitiendo el fortalecimiento del mismo, y así el hombre sienta la sensación que vive  en el mundo más humano, lleno de felicidad y de alegría , por eso es que hemos elegido el siguiente tema:  La Pastoral vocacional a la luz del Concilio Plenario de Venezuela. (Una propuesta parroquial).  ; ya que queremos resaltar que el don  de la vocación no solamente engloba la parte religiosa, sino que también otros ámbitos de la vida del hombre. La vocación proviene del termino latino vocatio, -onis, acción de llamar. Inclinación natural de una persona por un arte, una profesión o un determinado género de la vida .Ciertamente, podríamos resaltar que la vocación va más allá de nuestros pensamientos. Del mismo modo podemos decir; que el punto de partida de toda vocación se enfoca por aquello que nos gusta,  y que apuntamos lograr en un futuro, todos estamos invitados a seguir luchando para que el Señor de la vocación nos ayude a descubrir nuestra llamada vocacional, y más aun los que ya tenemos una decisión en nuestra vida  podamos ponerla al servicio de la humanidad.

Hemos hablado de la vocación en los diferentes ámbitos de la vida, ahora quisiera resaltar que dentro del don de la vocación también existe la vocación religiosa que poseemos dentro de la iglesia;  se refiere a la invitación que Dios hace al hombre para servirle de una manera especial”. Por tanto, es que dentro de la iglesia existen cinco dimensiones de la vocación como lo son: la vocación laical, a la vida religiosa, sacerdotal, misionera y a la vida familiar.

Queridos amigos, hoy más que nunca debemos estar convencidos que la vocación es un don de Dios, por lo cual nos queda apreciar ese regalo, que viene de parte de Él, y más aún transmitir a otros esta llamada que hemos recibido para que otros la puedan descubrir a qué los llama Dios y así se encaminen hacia la felicidad plena. Y que dentro de nuestras comunidades parroquiales acrecentemos la cultura vocacional. Que el Dios de la vocación nos Bendiga siempre.