domingo, 24 de abril de 2016

Exhortación apostólica AMORIS LAETITI

 "EL AMOR EN LAS FAMILIAS"
Introducción a la Exhortación apostólica


Pbro. Wuilliam Vásquez.
Wvasquez18@hotmail.com
Formador del Seminario “San Buenaventura”

La Exhortación Apostólica postsinodal AMORIS LÆTITIA del Santo Padre Francisco está dirigida a los Obispos, Presbíteros y Diáconos, a los esposos cristianos y a todos los fieles laicos sobre el amor en familia. En su Introducción el Papa comienza afirmando que la alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia, y es que en medio de las numerosas señales de crisis del matrimonio, el deseo de familia permanece vivo, y eso motiva a la Iglesia, pues el anuncio cristiano sobre la familia es verdaderamente una Buena Noticia.

El camino sinodal permitió reflexionar sobre la amplia realidad de la familia en el mundo de hoy, su importancia, así como también fijar la mirada en la necesidad de seguir profundizando con libertad algunas cuestiones doctrinales, morales, espirituales y pastorales. La reflexión de los pastores y teólogos, si es fiel a la Iglesia, honesta, realista y creativa, nos ayudará a encontrar mayor claridad. Se hace una advertencia de que ciertos debates, tanto en los Medios de comunicación o en publicaciones, y aun entre ministros de la Iglesia, muchas veces están mal orientados, queriendo o cambiarlo todo sin reflexión profunda o resolverlo todo aplicando normativas generales con conclusiones excesivas.  

El Papa recuerda que no todas las discusiones doctrinales, morales o pastorales deben ser resueltas con intervenciones magisteriales, sin perder la unidad doctrinal y de praxis, no se puede impedir que subsistan diferentes maneras de interpretar algunos aspectos de la doctrina o algunas consecuencias que se derivan de ella. Sólo el Espíritu nos llevará a la verdad completa (cf. Jn 16,13). En cada país o región se pueden buscar soluciones más inculturadas, que respondan a  las tradiciones y a los desafíos locales.

El Papa en esta Introducción elogia el camino sinodal, conformado por dos Sínodos sobre la Familia,  las intervenciones de los Padres,  por la gran belleza y luz que ha brindado, agradeciendo tantos aportes que le han ayudado a contemplar los problemas de la familia en su amplitud, con sus preocupaciones honestas y sinceras. De este camino surge la Exhortación apostólica postsinodal que recoge todos estos aportes.  

Esta Exhortación adquiere un sentido especial en el contexto de este Año Jubilar de la Misericordia, ya que, en primer lugar, es una propuesta para las familias cristianas, que las estimule a valorar los dones del matrimonio y de la familia, y a sostener un amor fuerte y lleno de valores. En segundo lugar,  porque procura alentar a todos para que sean signos de misericordia y cercanía sobre todo en las circunstancias más desafiantes.   

En el nº 6 el Papa explica lo que será el desarrollo del texto de la Exhortación apostólica, la cual comenzará con una apertura inspirada en las Sagradas Escrituras, desde allí  considerará la situación actual de las familias en orden a mantener los pies en la tierra. 

Después recordará algunas cuestiones elementales de la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia, para dar lugar así a los dos capítulos centrales, dedicados al amor. A continuación destacará algunos caminos pastorales que nos orienten a construir hogares sólidos y fecundos según el plan de Dios, y dedicará un capítulo a la educación de los hijos. Luego se detendrá en una invitación a la misericordia y al discernimiento pastoral ante situaciones que no responden plenamente a lo que el Señor nos propone, y por último planteará breves líneas de espiritualidad familiar.

Al término de su presentación el Papa señala que ha sido inevitable la extensión de la Exhortación, ya que es el fruto de un profundo camino sinodal de dos años, por lo cual recomienda no hacer una lectura general apresurada, pues para ser  mejor aprovechada debe ser profundizada pacientemente parte por parte. El Papa comprende el interés para los diferentes lectores de enfocarse sólo en los capítulos con que se identifiquen más, pero es necesaria una lectura detenida de todo el contexto. Finaliza expresando que la lectura de la Exhortación lleve a cada uno a cuidar con amor la vida de las familias.    


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