Smta. Jesús Rincón
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Juan 14,23-29:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que están oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.
Les he hablado de esto ahora que estoy a su lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien les enseñe todo y les vaya recordando todo lo que les he dicho.
La paz les dejo, mi paz les doy; no se la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble su corazón ni se acobarde. Me han oído decir: "Me voy y vuelvo a su lado". Si me amaran, se alegrarían de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Les he dicho esto ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigan creyendo».
Comentario:
San Agustín decía: “si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama”. El discípulo de Jesús se distingue por el amor a su Maestro y a sus hermanos. Amar a Jesucristo implica acoger sus palabras como nuestro tesoro, como el alimento que nos va constituyendo y dando vida; por lo tanto, desechar o ser indiferente a las palabras de Jesús es expresión de que no amamos realmente al Señor.
Los evangelios nos ponen en contacto directo con Jesús, nos revelan su amor personal, nos mueven a la fe y la adhesión. Si queremos entrar en una relación auténtica y fructuosa con Jesús debemos familiarizarnos con la Palabra de Dios, con la Biblia, con los evangelios; pues Jesús dice que “si permanecen en mi Palabra serán verdaderamente mis discípulos” (Jn 8,31). No hacen falta muchos cursos o instrucciones para leer la Palabra de Dios, pues, los bautizados poseemos el Espíritu Santo que nos ayuda en el encuentro con la Palabra y nos guía a la Verdad. Él nos ayuda a guardarla en la mente y el corazón, vivirla con alegría y anunciarla con fidelidad.
Padre bueno,
Señor Jesús, queremos amarte más.
Necesitamos experimentar tu amor,
sentirnos hijos del Padre.
Danos el Espíritu Santo,
para que nos haga recordar tu Palabra,
nos dé valentía para cumplirla con fidelidad
y nos haga vivir en la Verdad.
Amén.
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