Nota de Edición: Esté artículo fue publicado en el 2013 cuando nuestra hermana aún estaba en cuerpo presente con nosotros, y el articulista, Emerson Mora, era aún seminarista de nuestra casa de formación. Su re publicación es dada en homenaje a la mujer que tanto amó al sacerdocio.
ANATILIA Y LAS ORDENACIONES PRESBITERALES EN LA ARQUIDIOCÉSIS DE MÉRIDA
Pbro. Emerson Mora Mora
emerson_canagua@hotmail.com
Desde el punto de vista socio cultural, el aspecto religioso
con sus manifestaciones diversas, conocidas como religiosidad popular,
enriquece la idiosincrasia del merideño. En cada pueblo, nuestra gente expresa
su fe desde las procesiones, romerías, etc.; en la mayoría de los casos se ha inculcado
desde la niñez un gran respeto y veneración a lo sagrado, y por ende a los
representantes de lo sacro, es decir, a los sacerdotes. Cada pueblo tiene sus
personajes típicos que trascienden en la historia por su forma de ser y de
actuar. Así por ejemplo, en nuestra Arquidiócesis hay un persona que desde hace
muchos años ha causado la admiración de muchos y es conocida por asistir
prácticamente a todas las ordenaciones presbiterales y fiestas religiosas en
los diferentes pueblos, desde los más cercanos hasta los más apartados de la
ciudad. Su nombre: Anatilia Sosa de Rojas.
La “Tierra de las Orquídeas”, Aricagua, aldea Hato Viejo, le
vio nacer un 4 de noviembre de 1962. Sus primeros años transcurren en el campo
junto a su familia en la comunidad de Mocomboco de este acogedor pueblito sur
merideño. A sus 15 años aproximadamente viene a Mérida para estudiar durante
cinco años en el Colegio San José de la Sierra de las Hermanas Dominicas de
Santa Rosa de Lima, luego se va a Caracas donde permanece en un colegio de las
Hermanas Salesianas.
Regresa a Mérida nuevamente y comienza a trabajar en un
cafetín. Decide conformar una familia cristiana católica y se casa con el Sr.
Narciso Rojas, nativo de San Pedro de Acequias, pero criado también en Aricagua.
De esta unión matrimonial nacen cuatro hijos.
La Sra. Anatilia ha pertenecido a la Cofradía del Santísimo
por más de veinte años, fue secretaria de la Cofradía en la Catedral y también
participó en la Capilla del Carmen. Ahora hace vida parroquial activa en San
Jacinto, tiene siete años de pertenecer al Movimiento de Cursillos de
Cristiandad y asiste a la escuela de los Nuevos Ministerios.
Ir a una Ordenación Presbiteral en nuestra Arquidiócesis y no
conseguir a Anatilia relativamente cerca de quien se ordena es inaudito.
Siempre uno se pregunta ¿Por qué esta feligrés asiste a tantas ordenaciones y
cómo hace para ir? Hace unos días conversaba con ella y me decía: “El motivo
por el que asisto a tantas ordenaciones es porque es un acto muy sagrado. La
ordenación de un sacerdote es algo que viene del cielo, que viene de Dios
porque no todo mundo llega a ser Sacerdote. A mi me gusta porque yo vivo eso.
No tiene comparación con otra cosa. Me llena el corazón una ordenación, la vivo
a plenitud”.
Anatilia ha sido testigo presencial de alrededor de setenta
ordenaciones, entre ellas ha asistido a la Consagración Episcopal de Mons.
Baltazar Porras, Mons. Luis Alfonso Márquez y Mons. Alfredo Torres. Desde el
año 1983 asiste, aunque con mayor frecuencia a partir de 1992.
Entre las ordenaciones presbiterales que recuerda y que ha
asistido están la de los presbíteros Pedro Pablo Santiago, Petronio Carrero, José
Trinidad Fernández, Leonardo Mendoza, Javier Muñoz, Juan de Dios Peña, Gerardo
Salas, Numa Molina, Jhon González, Reinaldo Muñoz, Alirio Cadenas, Alexander
Rivera, Luis Enrique Rojas, Amadeo Rossi, (+) Luis Edgardo Pérez, Railí
Guerrero, Honegger Molina, César Serrano, Oscar Nuñez, Yan Darwin Rivas,
Horacio Carrero, Alfredo Uzcátegui, Duglas Briceño, Douglas Carrero, George
González, Jena Carlos Loaiza, Edduar Molina, Luis Morales, Verzanny Ramírez,
Jonathan Zambrano, Nicolás Pérez, Jhonny Sánchez, Ramón Arellano, Adelfo Trejo,
William Franco, Jesús Quintero, Pablo Castellano, Andrés Pérez, Jesús Rangel, Leonidas
Montilla, José Alirio Contreras, Cornelio Marín, William Rosales, Amilcar lobo,
José Ramírez, Luis Enrique Rodríguez, Javier Fernández, Humberto Maldonado,
Ramón Paredes, Ronald Rojas, José Juan Flores, Jesús Montilva, John Cayama,
Jorge Canadell, Jhon Emir Dugarte, Ramón Piñuela, Jilas Peña, Olivo Gómez,
Ramón Rojas, Wuilliam Vázquez, José Luis García, Juan Cancio Márquez, Robinson
Rondón, Edison Montilla, Gregory Lobo, Albeiro Ramírez, John Chacón, Ramón
Parra, Gabriel Rivas, Abdón Araque, entre otros, incluyendo algunos religiosos.
En los últimos años se ha dedicado también a coleccionar el
guion litúrgico de cada una de las ordenaciones para tenerlos como un recuerdo
y para orar por cada uno de estos sacerdotes. Junto con el Padre José Juan
Flores, sacerdote a quien la Sra. Anatilia quiere y admira mucho por toda la
labor realizada en la construcción del nuevo Templo Parroquial de San Jacinto, fueron
los padrinos de ordenación del Padre Narciso Nieto, nativo de El Chama pero
incardinado en el Vicariato Apostólico de Tucupita.
En
nombre de nuestro Seminario pedimos al Buen Dios que siga derramando
bendiciones en su familia y que ese amor por los sacerdotes le ayude a seguir
fiel en el discipulado, para seguir ayudando desde su condición a nuestra
Iglesia merideña.
Q.E.P.D Anatilia.
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