viernes, 24 de junio de 2016

MONICIONES DEL DOMINGO 26 DE JUNIO DE 2016


DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO

Smta. Onías Rojas
oniasr95@gmail.com

MONICIÓN DE ENTRADA

Nos reunimos en el nombre de Jesús para reiterar nuestro agradecimiento a Dios Todopoderoso por las grandes bendiciones que hemos recibido durante la semana. Asimismo, le ofrecemos nuestra vida y la de nuestra familia, el trabajo y la semana que iniciamos para que sea Él quien nos conforte y nos consuele en las tribulaciones de la vida. Con gozo y alegría nos disponemos a celebrar el gran misterio de nuestra fe.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA (1 Reyes 19:16, 19-21)

En el primer libro de los reyes, se nos da un ejemplo de lo que es la llamada de Dios y la respuesta que le debemos dar. Eliseo es ungido por Elías y responde con prontitud y seguridad; deja todo lo que tiene para dedicarse al servicio.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA (Gálatas 5:1, 13-18)

Todos estamos llamados a la libertad, expresada por medio del servicio en la medida en que amamos a nuestros hermanos, el apóstol nos recuerda que dejándonos guiar por el espíritu de Dios, no volveremos a la esclavitud del pecado.

MONICIÓN AL SANTO EVANGELIO (Lucas 9:51-62)

Lucas narra que Jesús emprende su camino hacia Jerusalén. Ante ese camino no podemos quedarnos como espectadores, estamos llamados a seguir al Maestro. Este seguimiento requiere la renuncia de las cosas del mundo, porque para el seguimiento es necesario la dedicación completa a la causa de Dios.

ORACIÓN UNIVERSAL

-Te pedimos Señor que ilumines al Papa francisco: para que guie a nuestra Iglesia bajo la gracia del Espíritu Santo. Oremos.

-Te pedimos por nuestro país: para que con alegría y sin desfallecer seamos testigos de tu amor y construyamos la justicia y la Paz. Oremos.

-Por los enfermos que padecen en los centros de salud, para que les des la sanación de alma y cuerpo, y a sus familiares fortaleza y esperanza. Oremos.


-Por quienes se dedican al seguimiento de Jesús, para que sean testigos fieles de tu Palabra y ofrezcan al mundo un testimonio vivo que inspire alegría a nuestra sociedad. Oremos.

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