Reflexión
del Santo Evangelio
Smta. Jimmy Peña
relsembrador@gmail.com
Lectura del santo evangelio según san Lucas
(14,25-33)
En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él
se volvió y les dijo: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a
su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e
incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás
de mí no puede ser discípulo mío. Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir
una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para
terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a
burlarse de él los que miran, diciendo: "Este hombre empezó a construir y
no ha sido capaz de acabar." ¿O que rey, si va a dar la batalla a otro
rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al
paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía
lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que
no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.»
REFLEXIÓN El evangelio nos recuerda
que tan apegado somos a este mundo, y que tan apegados somos a los lazos
familiares y sentimentales; pero Jesús nos
hace un llamado, a reconocer, que lo importante, no son los sentimientos hacia
aquellos que nos aman, sino, buscar aquello que aun en el dolor y en el sin
sentido de la vida, nos acercan a él.
Cabe la pena
preguntarnos ¿Qué intereses nos acercan a Dios y cuales nos separan de él? , o Serán
los sacrificio, esos que, nos acarrean
costos, o ¿serán nuestros propios
interés que nos separan de lo que amamos en realidad?, pero el verdadero sentido
que busca Dios en nosotros, déjeme decirles queridos hermano y hermana , es
como una relación que no busca atar a nadie sino más bien, que se deja seducir
y llevar por él, en un sentir que no sabes que es, y en un enamorarse de aquel
que siempre es fiel, para no arrepentirse de ese amor buscando la felicidad y
la riqueza espiritual del corazón, ahora preocúpate por no echar esos cimientos que
no puedes acabar, y construye cimientos, fuertes
con esos pedazos que te han hecho crecer y valorar lo bueno y la malo de la
vida, quizás sean muchos pero son las oportunidades que te regala Dios, en el día
a día. Pidamos a Dios todopoderoso que nos aparte de los apegos, deseos, y
seducciones de este mundo y que nos acerque cada día más aquellos que merecen
la pena seguir para construir el verdadero reino del Amor.
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